Vodafone España se acaba de estrenar en el competitivo mercado mayorista de alquiler de infraestructuras móviles y fijas y su objetivo es tener cuanto antes una presencia destacada en un sector que mueve anualmente unos 1.000 millones de euros. Para ello, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que la compañía ya está sondeando el mercado para conseguir nuevos contratos a largo plazo que le consoliden como un actor destacado y que pueda hacer frente al líder Telefónica y al nuevo gigante MásOrange.
Estas mismas fuentes indican que, desde el punto de vista estratégico, la gran meta es conseguir en el mediano plazo su ‘cuota justa’ dentro de este potencial mercado. El fair share (por su denominación en inglés) significa tener una participación similar al que tienen en otros sectores, lo que en el caso de Vodafone España pasa por tener un 15% en el mercado residencial de fibra óptica y del 22% en telefonía móvil, en todas sus modalidades de contrato.
El mercado mayorista (conocido como ‘wholesale’) es un negocio que mueve unos 750 millones de euros al año en segmento de banda ancha fija, generalmente fibra óptica, y otros 250 millones para el móvil. Está dominado por Telefónica gracias a sus dos megacontratos con Digi (que se está cerrando su renovación) y con Avatel, solo el primero por 300 millones de euros, aunque hay un buen puñado de pequeñas telecos que buscan un gran operador al que puedan alquilar sus infraestructuras.
Acuerdos mayoristas
Por otro lado, uno de los grandes detonantes de que Orange y MásMóvil cerraran su joint venture fue precisamente el temor de los franceses a que su principal cliente mayorista se marchase con otra compañía. En 2023, la operadora ingresó 793 millones por este alquiler, principalmente abonados por la compañía fundada por Meinrad Spenger, un volumen que tras la fusión se ha integrado en la nueva MásOrange y ha desaparecido del mercado.
En el caso de Vodafone, acaba de firmar su primer gran contrato de ‘wholesale’ con Finetwork. Es verdad que hasta la fecha las dos compañías mantenían una colaboración similar, pero en el sector apuntan que son dos pactos totalmente distintos con obligaciones y requerimientos contractuales muy diferentes.
Hasta la fecha, la operadora alicantina actuaba solamente como una comercializadora de los británicos, ya que no tenía numeración propia, ni podía contabilizar sus propias portabilidades, mientras que con la nueva fórmula –ya como operador OMV full– el volumen de uso de la red es mucho mayor. «Un modelo más sano y con más libertad e independencia para las dos partes», dicen las fuentes consultadas.
Vodafone y Finetwork
El consejero delegado de Finetwork, Óscar Vilda, ha cifrado en 700 millones de euros el valor del nuevo contrato mayorista de red fija y móvil para los próximos cinco años, equivalente al alquiler que tendrán que pagar en este periodo a su socio, el que sumaría este montante a sus resultados operativos brutos (ebitda). De esta manera, en el sector cifran este nuevo contrato como la primera piedra de Vodafone para despegar en su negocio mayorista.
Unas intenciones que ya puso sobre la mesa el todavía consejero delegado, Mário Vaz, tras cerrar el pacto esta semana. «Este acuerdo pone en valor la calidad y capilaridad de nuestra red móvil y fija en el mercado nacional y supone un refuerzo de la estrategia de crecimiento y alianzas en el relanzamiento del negocio mayorista. Asimismo, es una prueba de la confianza en nuestra infraestructura de red y nos posibilita tener un papel más activo al abrir nuestros servicios mayoristas en un entorno comercial cada vez más dinámico e innovador y con más alternativas», indicó.
Nueva NetCo
Históricamente, Vodafone ha estado centrado en el modelo minorista y desde hace menos de una década se ha volcado con el negocio de empresas, pero no ha sido hasta ahora que han reforzado sus infraestructuras. Esto implica que la compañía además tenga que valorar acuerdos con terceros para reforzar su red, ya que hasta la fecha disponen de una gran cobertura móvil, pero una red de banda ancha de 10,4 millones, de la que solo 3,4 millones son de fibra óptica.
En este sentido, los nuevos dueños de Zegona -que asumirán las riendas el 1 de junio tras la autorización del Gobierno- plantearon hace meses en su plan de negocio la posibilidad de cerrar un acuerdo con la joint venture o con Telefónica para crear una NetCO de fibra, en la que la compañía británica tendría una participación proporcional a las infraestructuras que aportase a la nueva sociedad. Un pacto al que Telefónica también ha abierto la puerta en reiteradas ocasiones.