Las compañías de bajo coste han generado un terremoto en las operadoras de telecomunicaciones que les ha llevado a destruir la friolera de 6.000 empleos en menos de 12 meses. El expediente de regulación de empleo (ERE) que presentó este lunes MasOrange es el último episodio de una crisis que parece no tener fin y que probablemente irá a más, según indican fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE, con más recortes operativos en un sector que lleva más de dos décadas reduciendo sus ingresos.
Las salidas que han afectado en sucesivos ERE a Telefónica (3.400 personas), Avatel (600 trabajadores), Vodafone (900 empleados) y ahora MasOrange, que ha anunciado un despido voluntario de hasta un máximo de 795 empleados, son la punta del iceberg de un sector que lleva demasiados años perdiendo ingresos y aumentando sus inversiones. Es así como a las salidas de los últimos doce meses hay que sumar que en 20 años el número de empleos en el sector de las telecomunicaciones se ha reducido un 44%, tras ejecutar 37.000 despidos.
En los últimos tres años, el sector ha recortado su facturación un 12%, restando el efecto inflación, y todo parece indicar que se mantendrá esta tendencia en los próximos meses, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en las grandes operadoras que no ven la luz al final del túnel. La fusión de Orange y MásMóvil se produjo bajo la promesa de que el sector limitaría las bajadas de precios y de que con menos actores se produciría un freno a la agresividad comercial en las pequeñas operadoras.
Crisis de las telecomunicaciones
Al mismo tiempo, la creación de una nueva red móvil por parte de Digi abría la puerta a que la operadora de telecomunicaciones rumana limitara sus constantes bajadas de precios ante el aumento de los costes de despliegue de red. Un nuevo escenario en el que Telefónica, Vodafone y MasOrange compitiesen un ecosistema comercial menos destructivo.
No obstante, el comportamiento comercial del último año ha terminado por romper completamente el mercado. No solo Digi mantiene sus ofertas en precios mínimos, sino que otras como Finetwork, Adamo o Avatel -y así hasta una decena de pequeñas operadoras que han proliferado en el último lustro- les han secundado con ofertas iguales o incluso más agresivas que arrebatan clientes a las grandes operadoras a una velocidad cada vez mayor. «Hay algunas que ofrecen fibra y móvil por 19,90 euros, algo absolutamente insostenible para el sector», dice un directivo de una gran teleco a este diario.
En efecto, desde que se produjera la integración de Orange y MásMóvil en abril han proliferado ofertas de este estilo. Y cada vez con más servicios. Primero empezaron solo con fibra y móvil con pocos gigas, pero ahora ya abundan las que por el mismo precio ya incluyen datos ilimitados y más de un giga en la línea de internet en el hogar.
Caída en la facturación
El resultado es que en los últimos tres años los ingresos minoristas de las operadoras de telecomunicaciones han pasado desde los 23.327 millones de euros hasta los 24.336 millones en 2023, apenas un 4,3% de crecimiento que se justifica casi exclusivamente por la subida de precios de Telefónica, Orange y Vodafone. Quitando el efecto de la inflación, que se ha situado en el 16,6% en este periodo, desde enero de 2020 los ingresos se han desplomado más de un 12% en el sector.
A esto hay que sumarle la década perdida (entre 201o y 2020) en que los ingresos minoristas del sector cayeron en torno a un 30%, desde los 32.610 millones que registraron en el momento de mayor esplendor de las telecomunicaciones hasta el retroceso brutal que se produjo al calor de la entrada de nuevos actores como MásMóvil o la reducción de precios y acumulación de servicios que realizaron los grandes como Telefónica, Orange o Vodafone. La diferencia es que los ingresos de los últimos tres años se reparten entre muchos más operadores, lo que reduce las porciones de la tarta.
Ingresos de las grandes
En el primer semestre, Telefónica España registró unos ingresos de 6.245 millones, un 1% de crecimiento, incluyendo el efecto inflación. Por su parte, MasOrange reportó una facturación conjunta de 2.887 millones, un 1,1% de crecimiento. En el caso de Vodafone, cerró su año fiscal (abril de 2022 a marzo de 2023) con una caída de ingresos por servicio del 5,4%, hasta los 3.514 millones.
¿Qué esperar a partir de ahora? Todas las fuentes del sector consultadas indican que la guerra comercial de las telecomunicaciones seguirá y que cada vez irá a más, lo que obligará a las grandes operadoras a replantearse periódicamente su estrategia comercial. Por otro lado, los recortes seguirán aunque en este caso de costes operativos, ya que la ventana de despidos masivos no se podrá abrir hasta al menos el próximo curso. Esto supone buscar sinergias en redes e infraestructuras, además de reducir las inversiones de manera drástica.